Si las paredes de la farmacia de María José Díaz Martín tuvieran voz cantarían una oda a toda la ciudad
Hay sitios en los que se percibe un aura especial, una atmósfera impregnada de tiempo, de pequeños y grandes relatos. Si las paredes de la farmacia de María José Díaz Martín (ubicada en la avenida de Antonio Hurtado, número 9) tuvieran voz cantarían una oda a toda la ciudad, pues parte de la historia de Cáceres reside en esta botica que cuenta ya con casi medio siglo de vida. Ella es la segunda de tres generaciones al frente de la farmacia fundada por su madre, Marcelina, en 1972 (antes ejerció en Castañar de Ibor y en otro local cacereño de la céntrica calle Hermandad).